Actualmente, hay muchas opciones de entidades financieras que ofrecen servicios para ayudarnos con nuestras finanzas. Una alternativa que se ha vuelto popular es la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), que se dedica principalmente a otorgar créditos, arrendamiento o factoraje financiero.
Las Sofomes son sociedades anónimas con un registro vigente ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). A pesar de que pueden generar desconfianza debido a su menor tamaño en comparación con los bancos, cuentan con supervisión y regulación de la Condusef y la CNBV, lo que garantiza que los créditos que brindan sean seguros y confiables. Sin embargo, es importante tomar medidas preventivas antes de solicitar un crédito, como verificar si la institución está registrada ante la CNVB y asegurarse de que su página esté autorizada.
Es importante distinguir entre dos tipos de Sofomes: reguladas y no reguladas. Las reguladas están sujetas a la supervisión de la CNBV y la Condusef y cumplen ciertos requisitos, como mantener vínculos patrimoniales con instituciones de crédito o emitir valores de deuda inscritos en el Registro Nacional de Valores. Las no reguladas también están sujetas a la inspección y vigilancia de la CNBV, pero solamente para verificar el cumplimiento de ciertas disposiciones preventivas. Ambas deben proporcionar cierta documentación a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al Banco de México, la Condusef y la CNBV cuando se les requiere, y son sancionadas si no cumplen con ciertos lineamientos.